diumenge, 18 d’abril del 2010

Google public data explorer

Google public data explorer es una herramienta que Google ha puesto en beta que permite, mediante una combinación inteligente de ejes, tamaños, colores y animación representar datos geográficos extraídos de diferentes bases de datos en hasta un máximo dimensiones. Os traigo un par de ejemplos después de perder media hora con la herramienta.

El primero es una representación de la renta per capita en función del resultado del test PISA (test de nivel educativo en secundaria) entre los países de la OCDE. El tamaño representa la población del país: (Pulsad en "explore data" para verlo más grande)



Estados Unidos y España están a un nivel PISA medio-bajo, aunque el primero tiene una renta per capita mucho más alta. Observad el nivel alto de Finlandia (ya conocido).

El segundo es una representación de la renta per capita en función de la esperanza de vida para todos los países del mundo. El tamaño de los círculos representa la población y su color el subcontinente. Finalmente, es posible animar el gráfico:



La mayoría de los países han ido caminando en la dirección de mayor esperanza de vida y mayor renta per cápita, pero no así la mayoría de los países del África Subsahariana, que han visto su renta permanecer baja y su esperanza de vida descender notablemente, debido sobre todo al aumento del SIDA y la no mejora del resto de condiciones de vida.

dimecres, 14 d’abril del 2010

Wittgenstein

Ludwig Wittgenstein
Después de haber escrito su Tractatus cuando era soldado en la Primera Guerra Mundial, Wittgenstein consideró que había resuelto todos los problemas de la filosofía y que ya no podía ir más lejos en la materia. Se colocó de maestro en una escuela de un pueblo perdido en las montañas de Austria, pero resultó que no tenía cualidades para el puesto. Severo, malhumorado, violento incluso, regañaba contínuamente a los niños y les pegaba cuando no se sabían la lección. No los cachetes de rigor, sino puñetazos en la cabeza y en la cara, palizas impulsadas por la cólera, que acabaron causando graves traumas a una serie de chicos. Corrió la voz sobre aquella indignante conducta y Wittgenstein se vio obligado a renunciar a su puesto.

Pasaron los años, al menos veinte, si no me equivoco, y para entonces Wittgenstein vivía en Cambridge, dedicado de nuevo a la filosofía y convertido ya en un personaje famoso y respetado. Por motivos que ya he olvidado, atravesó una crisis espiritual y sufrió un desequilibrio nervioso. Cuando empezó a recuperarse, decidió que el único modo de recobrar su salud consistía en voler al pasado y pedir humildes disculpas a cada persona a la que hubiera ofendido o perjudicado. Quería purgar la culpa que le corroía las entrañas, limpiar su conciencia y empezar de nuevo. Como es lógico, ese camino le condujo de nuevo al pequeño pueblo de montaña en Austria. Todos sus antiguos alumnos eran ya adultos, hombres y mujeres de veinticinco a treinta años, pero el tiempo no había atenuado el recuerdo del violento maestro. Uno por uno, Wittgenstein llamó a su puerta y les pidió perdón por su intolerable crueldad de dos décadas atrás. En ocasiones, llegó literalmente a hincarse de rodillas y suplicar, implorando la absolución de los pecados que había cometido.

Cabría imaginar que una persona que se viera ante tales muestras de sincero arrepentimiento sentiría compasión por el doliente peregrino y acabaría transigiendo, pero de todos los antiguos alumnos de Wittgenstein, ni uno solo estuvo dispuesto a perdonarlo. El dolor que había causado era demasiado profundo, y su odio hacia el maestro trascendía toda posibilidad de gracia.
Brooklyn Follies

dilluns, 5 d’abril del 2010

Visc la meva vida en cercles creixents

Visc la meva vida....

Visc la meva vida en cercles creixents
que s'estenen sobre les coses.
Tal volta l'últim no podré perfer-lo;
vull intentar-ho tanmateix.

Giro entorn de Déu, torre antiquíssima,
fa mil·lenaris que jo estic girant;
i no sé encar què sóc: un falcó, una tempesta,
o bé un càntic molt gran?

Cercles creixents

El llibre de les hores
(Trad. Joan Vinyoli)

(Gràcies E.)