diumenge, 7 de setembre del 2008

El sistema electoral español, lo peor de dos mundos

Simplificando, los sistemas electorales parlamentarios se pueden clasificar en dos grandes grupos:
  • Los sistemas mayoritarios, en los cuales las circunscripciones electorales son muy pequeñas y hay un solo representante a elegir por cada circunscripción. Generalmente, el candidato con mayor número de votos se lleva el escaño. Los sistemas electorales empleados en EEUU y Reino Unido son de este tipo.
  • Los sistemas proporcionales, en los cuales hay varios candidatos a elegir en cada circunscripción y los representantes se eligen de forma más o menos proporcional al número de votos.
Los sistemas mayoritarios tienen la ventaja que el voto va dirigido directamente a un candidato, con nombre y apellidos, que se convierte representante directo del elector, por delante de cualquier adscripción política. Como desventaja evidente, en los sistemas mayoritarios las opciones políticas minoritarias no suelen tener ninguna representación, y en la práctica este tipo de sistemas lleva al bipartidismo.

Por otra parte, en los sistemas proporcionales las composiciones parlamentarias tienden a reflejar de manera mucho más representativa las preferencias de los electores. Como desventaja, los votos son a los partidos antes que a los diputados, que pasan a ser meros representantes de los partidos políticos. También se suele mencionar que la formación de mayorías de gobierno estables es más difícil que en los sistemas mayoritarios.

Hay que decir que se puede demostrar que no pueden existir sistemas electorales perfectos, ni en el caso mayoritario (teorema de imposibilidad de Arrow) ni en el caso proporcional (paradoja del reparto). Es por eso que de hecho, dentro de cada grupo existen multitud de sistemas electorales, cada uno con sus inconvenientes y ventajas.

Algunos sistemas intentan aunar las ventajas de ambos métodos, es decir, intentan mantener representaciones proporcionales, asegurando al mismo tiempo que los votos se dirigen a los candidatos y no a los partidos políticos; es el caso del Voto Personal Transferible.

En cambio, el sistema electoral español reúne las desventajas de los sistemas mayoritarios y de los proporcionales: los votos van dirigidos a los partidos y no a los candidatos, y aún y así el sistema es básicamente bipartidista en la práctica: los dos grandes partidos (PP y PSOE) salen ampliamente beneficiados en el reparto de escaños a costa de Izquierda Unida y otras opciones minoritarias. (En contra de lo que se suele afirmar, los partidos nacionalistas no salen beneficiados ni perjudicados.)

Muchas veces se ha dicho que ésto es culpa de la ley D'Hondt, pero no es del todo cierto: si bien la ley D'Hondt no es estrictamente proporcional, y tiende a favorecer las mayorías, este efecto es pequeño en circunscripciones electorales grandes. La mayor parte de la culpa de la infrarepresentación de las minorías la tienen las circunscripciones electorales excesivamente pequeñas (las provincias). Por ejemplo, en Teruel, al igual que en muchas otras provincias poco pobladas, se eligen sólo tres candidatos, uno para el PP, otro para el PSOE, y otro que en la práctica casi siempre suele ser para el partido más votado de los dos (el PSOE en este caso).

Es evidente que en la elaboración de un sistema electoral intervienen muchos factores ajenos a las matemáticas parlamentarias. El sistema español se ideó con el objetivo declarado de sobrerepresentar a los territorios menos poblados, y con el objetivo menos declarado de perjudicar al Partido Comunista. (Por tanto, lo que aquí estamos presentando como un problema se vio en su momento como una virtud.)

Uno de las propuestas que se han lanzado últimamente es la de crear una circunscripción estatal complementaria a las provinciales, lo cual no deja de ser un parche del sistema. Si no se quieren hacer mayores cambios, una modificación mínima que mejoraría la proporcionalidad del sistema es simplemente aumentar el tamaño de las circunscripciones (por ejemplo a nivel de comunidades autónomas).

El sistema electoral español también se aplica a las elecciones autonómicas catalanas, ya que Catalunya no ha desarrollado aún una ley electoral propia. En este caso la situación es algo menos dramática ya que las circunscripciones electorales son proporcionalmente más grandes.

Todo lo que hemos dicho aquí se aplica al Congreso. El Senado tiene todavía un sistema electoral más absurdo, en el cual la probabilidad de salir elegido depende de la primera letra del apellido del candidato... Pero como que igualmente el Senado no sirve para casi nada, lo dejamos para otra ocasión.

Mas información: Voting systems (Wikipedia), El maquiavélico sistema electoral español (El País), Sistemas Electorales

6 comentaris:

Anònim ha dit...

Muy interesante. Como ejemplo más de sistema electoral absurdo, el del Pais Vasco, donde en las elecciones al parlamento vasco, el voto de un alavés cuenta como el de 4 vizcainos (4 veces menso población, identicos representantes)

Anònim ha dit...

Pues sí, la clave es la circunscripción, y los principales perjudicados los partidos minoritarios.

Como ejemplo, estos son los resultados de las últimas elecciones si tuviéramos circunscripción única.

Anònim ha dit...

Muy buen comentario, pero a mi juicio un poco confuso para el público en general ya que "sumerge" en conceptos que son totalmente ignorados por el ciudadano medio (el español, bastante ignorante en demasiado). Para empezar, antes de hablar de representaciones, yo diría que se ha hecho poco hincapié en qué parte del sistema se carga el peso del poder: si en el partido o en los candidatos. Es falso que sean más democráticos aquellos países donde se votan "personas" y no "listas" (realmente todo esto nos debería remitir a la paradoja de Condorcet, bastante antigua ya). Por no prolongarme demasiado, una solución obvia sería establecer la Comunidad Autónoma como circunscripción, esto corregiría los problemas de IU y tampoco escoraría el sistema hacia sobrerrepresentar opciones ínfimas territorialmente pero que mendigando votos por todo el territorio alcanzan una cifra que parece considerable (mayormente, UPyD). En este caso, yo pondría el límite para acceder al reparto en el 5% y no el actual 3%, dado que obtener representación sería muy fácil en Andalucía o Catalunya visto el número de escaños en juego. En cuanto a las elecciones al Senado, yo las haría coincidir con las elecciones a la Comunidad Autónoma, utilizando los resultados de ésta para determinar el reparto.

Unknown ha dit...

Respecto al último comentario, si bien es cierto que los sistemas mayoritarios sufren la paradoja de Condorcet, tampoco es posible diseñar sistemas proporcionales que sean "perfectos". Se puede demostrar que cualquier sistema proporcional necesariamente sufre también paradojas (llamadas de la población, de Alabama, o de nuevos estados). Información: aquí y aquí.

Anònim ha dit...

El artículo que enlazo contiene una tabla comparativa donde se ven con los datos reales los efectos del sistema electoral en el reparto de escaños.

Recomiendo su lectura

Anònim ha dit...

COMENATRI TOTALMENT OFFTOPIC

Iep! Dani... com va tot? Vaig veure que el post va sortir a meneame... :)

Per cert, permet l'offtopic pero he estat buscant el mail pero no tinc i volia enviar-te un correu... aixi que et faig un resum... despres si vols borra el comentari ;)

1º quin es el teu mail?
2º no se si ho sabras, pero fijo que mes que jo segur... jejeje... a veure... en el zero absolut la materia teoricament deixaria d'exsitir o quedaria parada per falta d'energia?
3º mira el post de terry pratchett a constradiccions ;)
4º saps que el octubre tenim bodorrio no? si et va be guarda't el primer finde d'octubre, que algun vespre fariem algo...