Sin embargo, sería posible rediseñar el sistema impositivo de manera que bajáramos alguno de los impuestos actuales y a cambio introdujéramos o aumentáramos otros impuestos que son beneficiosos para la economía y/o la sociedad (además de conseguir su objetivo de recaudar dinero para las arcas públicas).
- Reintroducir el impuesto de sucesiones sobre los patrimonios elevados. El impuesto de sucesiones favorece la redistribución de riqueza, dificulta la perpetuación de las clases sociales, y además favorece la economía productiva y la filantropía (las herencias a fundaciones con vocación de servicio público podrían quedar exentas del impuesto).
- Reintroducir el impuesto sobre el patrimonio en las grandes fortunas. El impuesto sobre el patrimonio penaliza las grandes fortunas inactivas (como los latifundios) y en cambio a penas afecta a los patrimonios productivos. Las personas que han tenido la suerte de lograr una gran fortuna es lógico que puedan colaborar en mayor medida sobre la sociedad.
- Equiparar los rendimientos del capital con los rendimientos del trabajo. Lo contrario desincentiva el trabajo y favorece la especulación.
- Introducir la tasa Tobin sobre las transacciones financieras. Esta tasa no tiene efecto sobre las inversiones a medio o largo plazo, pero en cambio pone trabas a los movimientos especulativos a muy corto plazo que desestabilizan la economía.
- Aumentar las tasas sobre el combustible. El combustible contamina, aumenta el efecto invernadero, y además empeora las balanza de pago de la economía española. Subiendo las tasas sobre la gasolina favorecemos las energías renovables y disminuimos la dependencia energética.
- Aumentar las tasas sobre los vehículos y medios de transporte más contaminantes. Así favorecemos la compra de vehículos poco contaminantes, y favorecemos los medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente.
- Equiparar las tasas sobre el combustible de los aviones a los otros medios de transporte. Actualmente los aviones apenas pagan impuestos sobre el combustible, en comparación con otros medios de transporte. No tiene ningún sentido, más cuando la aviación es un medio de transporte muy poco sostenible en general.
- Eliminar toda subvención sobre cualquier energía de origen contaminante. Incluyendo subvenciones sobre la tarifa eléctrica. No tiene sentido subvencionar actividades que son perjudiciales para la sociedad y el medio ambiente.
- Aumentar las tasas sobre el tabaco y el alcohol. El tabaco y el alcohol generan miles de muertos cada año, y suponen grandes problemas sociales y un gasto enorme para la seguridad social. Aumentemos los impuestos, más cuando son de los más bajos de toda Europa.
- En general, introducir impuestos para cubrir la externalidad de cualquier actividad contaminante y/o perjudicial para la sociedad. Además de aumentar la recaudación, desincentivaremos esa actividad.
1 comentari:
Per reflexionar una bona estona.
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