diumenge, 4 d’octubre del 2009

Neolengua (newspeak)

La destrucción de las palabras es algo de gran hermosura. Por supuesto, las principales víctimas son los verbos y los adjetivos, pero también hay centenares de nombres de los que puede uno prescindir. No se trata sólo de los sinónimos. También los antónimos. En realidad ¿qué justificación tiene el empleo de una palabra sólo porque sea lo contrario de otra? Toda palabra contiene en sí misma su contraria. Por ejemplo, tenemos “bueno”. Si tienes una palabra como “bueno”, ¿qué necesidad hay de la contraria, “malo”? "Nobueno" sirve exactamente igual, mejor todavía, porque es la palabra exactamente contraria a “bueno” y la otra no. Por otra parte, si quieres un reforzamiento de la palabra “bueno”, ¿qué sentido tienen esas confusas e inútiles palabras “excelente, espléndido” y otras por el estilo? "Plusbueno" basta para decir lo que es mejor que lo simplemente bueno y "dobleplusbueno" sirve perfectamente para acentuar el grado de bondad. Es el superlativo perfecto.
¿No sientes la belleza de la destrucción de las palabras? ¿No sabes que la neolengua es el único idioma cuyo vocabulario disminuye cada día? [...] ¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final, acabaremos haciendo imposible todo crimen del pensamiento.
George Orwell, 1984

1984

Asistí el pasado viernes a la excelente representación de 1984, la adaptación teatral de la obra de George Orwell, dirigida por Tim Robbins. Para los que aún no lo conozcáis, Mil novecientos ochenta y cuatro describe una sociedad opresiva y totalitaria, con un Gran Hermano que controla todos y cada uno de los aspectos de la vida y pensamiento de los ciudadanos.

Para mi 1984 es un libro profético en muchos de sus aspectos . Ya hemos hablado de 1984 varias veces en este blog (aquí y aquí), y hoy me gustaría hablaros de un punto concreto: la neolengua (newspeak en inglés).

La neolengua es una versión extremadamente simplificada del inglés, con un vocabulario y una sintaxis mucho más reducida. En la novela, en el año 1984 la neolengua todavía está en construcción y no ha sustituído completamente aún la viejalengua, hecho que se prevé que sucederá en el 2050. Los principios de la neolengua tienen por objetivo servir a los intereses del Ingsoc (el Partido) de dos maneras distintas:
  1. Eliminar todo matíz en el habla, y dejar simplemente dicotomías (bueno/nobueno, bienpensar/crimental, buensexo/sexocrimen). La posibilidad de expresar el gris desaparece, y todo se convierte en blanco o negro. De esta forma se refuerza la dominación total del estado.
  2. Controlar el pensamiento. La teoría subyacente es que si algo no se puede decir, no se puede pensar (se trata de la hipótesis Saphir-Wolf del lenguaje). Todas aquellas palabras y maneras de hablar que expresan pensamientos heréticos se eliminan del lenguaje. De este modo se elimina la posibilidad del crimental, el crimen del pensamiento. Es cierto que todavía sería posible expresar ideas básicas contra el sistema (del tipo "Gran Hermano nobueno"), pero al no haber forma alguna de razonar estas ideas, cualquier tipo de pensamiento herético quedaría reducido a una pataleta infantil.
La neolengua, juntamente con el doblepensar (la capacidad de hacer creer una afirmación y su contraria) son las dos grandes herramientas de control de los ciudadanos a través del pensamiento y el lenguaje. Obviamente la neolengua está presente en el lenguaje político de nuestros tiempos:
  • Métodos de persuasión -> Tortura
  • Eje del mal -> Paises enemigos
  • Intervención militar -> Guerra
  • Daños colaterales -> Víctimas civiles
  • Desvincular -> Despedir (de un trabajo)
  • Crecimiento negativo -> Decrecimiento
  • Flexibilización del mercado laboral -> Libertad para despedir
Más información aquí y aquí.

1 comentari:

Pandora ha dit...

No es más que el lenguaje llamado “políticamente correcto”, el cual en un afán de condescendencia mediática apareció para no “ofender” a sectores de la sociedad con según qué calificativos considerados “peyorativos”. Pero ¿no es simplemente un acto de hipocresía? Dejar de decir “negro” para decir “persona de color”… ¿ y que tal decir simplemente “persona”? y en su defecto… ¿no tendríamos que especificar en todo momento, entonces, el color de la persona? “Ésa persona de color ¿blanco? ¿rosa? ¿¡¿ color carne?!?!” o esa “persona de color ¿negro? ¿marrón?”
O… personas de movilidad reducida, mi vecino es una de éstas “personas de movilidad reducida” pero lleva una silla de ruedas a batería que corre que se las pela… ¡movilidad reducida la mía, que voy a pie!
Pero me voy por las ramas, esta moda que tan buena acogida tubo socialmente se fue extendiendo hasta la política como bien apuntas.
Desde los mencionados “daños colaterales” para las víctimas civiles en una “intervención militar” a la “mala praxis” de los médicos ineptos, la “lesión de confianza” del magistrado ladrón y nuestros políticos las utilizan alegremente para llenar de supuesto contenido sus argumentos en los mítines, para lanzarse la pelota los unos a los otros en los careos televisivos.
Y mientras tanto, nosotros, como sociedad cada vez más gregaria que somos, asentimos embobados entre tanto maquillaje verbal que nos esconde la cruda realidad.
Todo lo que recibimos son mensajes de falsa belleza y bienestar que nos mantiene en estado de sopor semilatente.
La sociedad cobijada entre algodones soñando con el confort que nos dará consumir en objetos inútiles mientras nos susurran con palabras dulces cómo se están matando en el otro lado del mundo. Se están matando sí, pero tan dulcemente… qué suerte tienen….