Antes que nada, hay que remarcar que lo que cuenta finalmente no es el número total de votos, sino el número de representantes electorales: cada estado cuenta con un número fijo de representantes, que se los lleva directamente el candidato más votado en ese estado. Por eso los candidatos concentran todos sus esfuerzos en aquellos estados más igualados como Ohio o Florida, mientras que apenas se preocupan de Nueva York o California (bastiones demócratas) o Texas o Tennesse (feudos republicanos).
Todos los sondeos pronostican una victoria de Obama con entre 3 y 9 puntos de diferencia con respecto a McCain,. En términos de representantes electorales, Obama tiene en principio asegurados 286 representantes de los 270 necesarios para acceder a la presidencia. Segun algunas estimaciones, Obama tiene un 96% de posibilidades de victoria frente a McCain.
¿Qué podría cambiar el curso de las elecciones, y dar la victoria a McCain? A mi entender, sólo dos cosas en estos momentos:
- Un gran atentado, o un grave conflicto internacional, como la invasión de Rusia a Ucrania o on conflicto nuclear con Irán. En lo único en que McCain gana a Obama en las encuestas es en su imagen de líder militar, con su experiencia y veteranía en las fuerzas armadas. Por tanto, un grave suceso de este tipo (que en estos momentos no es predecible) probablemente haría mella en el patriotismo de muchos americanos, que acabarían decantándose por McCain.
- El efecto Bradley. En 1982 Tom Bradley, alcalde de Los Angeles, se presentó como candidato a Gobernador de California por el Partido Demócrata. Él era negro, y su contrincante del Partido Republicano, George Deukmejian, era blanco. La mayoría de las encuestas, incluyendo las realizadas a pie de urna, daban como ganador por un margen significativo a Tom Bradley. Sin embargo, finalmente Deukmejian resultó ganador de las elecciones.
¿El motivo? Muchos electores no quisieron expresar sus preferencias por un candidato blanco en las encuestas por el miedo a que se les considerara racistas.
El efecto Bradley se fue observando en otras elecciones hasta mediados de los 90. Se ha estimado que la corrección debida a este efecto en diversas elecciones fue de un 3% en promedio, pudiendo llegar hasta un 6%. Si realmente hubiera un efecto del 6%, las elecciones resultarían realmente igualadas.
Sin embargo en otras ocasiones posteriores no se ha observado este efecto, o incluso ha habido un efecto "Bradley inverso". Actualmente no parece que el efecto Bradley haya de dar un vuelco al panorama electoral, pero siempre queda la duda, ya que nunca ha habido un candidato negro a la presidencia de los Estados Unidos.
Obama lo tiene esta vez casi todo a favor: las encuestas, los apoyos, los fondos recaudados, la imagen, la situación economica... ¿En su contra? Tal vez su color de piel, y llegado el caso su supuesto poco patriotismo en comparación con McCain (eterno leitmotiv de los Republicanos contra los Demócratas).
Más información del efecto Bradley: El Periódico, Wikipedia, New York Times.