Aristóteles cree que para alcanzar la virtud, y por tanto la felicidad, el camino es la metriopatía, es decir, el punto medio (aurea mediocritas) entre el exceso y el defecto de emoción.
Los epicúreos proponen alcanzar la felicidad mediante la ataraxia: la disminución de nuestras pasiones y nuestros deseos, y la fortaleza delante de las adversidades, para así conseguir el ánimo emocional. La ataraxia otorga al sabio libertad frente a las pasiones y las emociones.
Los estoicos, más radicales ellos, creen que el camino para la felicidad es la apatía, o la indiferencia sobre todas las pasiones y deseos. La felicidad sólo se puede alcanzar cuando el sujeto es indiferente a todos los avatares y las circunstancias de la vida.
1 comentari:
Vaja...l'amor normal..això existeix?
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